Las últimas hojas.
que le quedan a mi agenda 2024.
En un par de días,
se acaba este año de tanto aprendizaje,
me ha costado en demasía cada lección de vida.
No ha sido por lejos, el mejor de mis años.
Aún sin embargo,
tengo una pena insondable
en lo más profundo de mi pecho,
al verlo partir.
Siento un vacío
un agujero negro en mis adentros,
que me jala hacia lo más profundo,
tanto que aún no puedo comprender.
Tuve días en los que desee
que fueran los últimos de este año
y otros muchos agradecí por cada amanecer.
Tomé las decisiones más honestas
y a la vez más dolorosas de mi vida.
Entendí que la vida,
es la suma de muchos ciclos,
y algunos son necesarios que terminen
para darle la bienvenida a lo que merece
un espacio en ella.
Tengo en mi historial, toda clase de despedidas.
Empezando por la mía.
Me solté sin dudarlo
con todo el amor y el agradecimiento
que hallé en mi corazón.
Fui por mucho tiempo el anfitrión
de un ser que vivía dentro de mí
y luchaba por salir a la luz
ya que la oscuridad lo estaba apagando.
Mi cuerpo colapsado
con un solo pie sobre la tierra
mi alma perdida entre tantas emociones
y mi mente volando sin rumbo alguno.
En agonía, huérfana de versos.
Todo esto está anotado en cada hoja
de Enero a Diciembre en dos colores de tinta.
Gracias a Dios todo tachado.
De aquí al 1/1
no tengo nada pendiente
ni planes por anotar, ni recordar.
Esta vez me dejaré llevar
y sorprender
suelto mis ganas de organizarlo todo.
Lo cierto es que no extrañaré estos 366 días
que como bonus track me trajo
un día más en Febrero.
"Bis sextus dies ante calendas mastii".
El verano llegó
el amanecer me ciega con esos rayos de sol
que se cuelan por mi ventana.
Y yo,
como el ave fénix,
cada 3 de Enero vuelvo a renacer.
Charo Celebi
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