No es cierto.
Mi corazón
te piensa aún en casa.
¡No quiero que te vayas!
perdóname si soy egoísta.
En mi mente
esa última llamada tuya
como soundtrack
de esta pandemia.
"La soledad de los años".
Tu cansancio
la depresión que intentabas controlar
esa casita pequeña
que se hacía enorme con nuestras visitas
ahora era solo una cueva de ecos
que no te dejaban vivir en paz.
Extrañabas en demasía
esas tardes de caminata sin rumbo
o sentada en una banca del parque
mientras tejías
y alimentabas a los pajaritos.
Tus viernes por la tarde
en la casa de tú hermana
con su jarrita de ron
y alguna cancíon del recuerdo
mientras bailabas.
¡No quiero que te vayas!
Tengo que llevarte a tu tierra amada
a tu casita de campo
a los recuerdos con tus padres
a ese lugar de tu infancia
porque uno siempre vuelve
"al lugar en el que amó la vida".
Perdóname por no poder cumplirlo...
Iré por ti.
Cuarenta y dos días
luchaste como una guerrera
-siempre lo fuiste-
que vaya tan grande nos dejas
y que ejemplo de fortaleza
para nosotras.
Decidimos soltar y dejarte ir
aunque nos dolía el alma de pensarlo.
Tú hija
te susurró "descansa"
vamos a cuidar de nosotros
ve tranquila.
Y tú
con ese corazón enorme
desprendido
cerraste al día siguiente
los ojitos.
Tengo un dolor desconocido
ya perdí a Mamá hace unos años
y ahora te pierdo a ti
Mamá Juanita.
Me quedo con tu amor
con mi infancia
de Enero a Marzo.
Con mi primera bicicleta a los 15 años.
Con tus recetas de cocina
con tu TOC por el orden
con tus canciones del recuerdo.
Con esas llamadas
en este último año
que me contenían
de la soledad más cruda.
Estoy intentando
no dejar de lado la alegría
porque así lo querrías
"alegría, alegría".
Salúdame a mami
que gran dupla de angeles tengo.
Van dos semanas sin ti
pero para siempre contigo.
Charo Celebi