como lo hace
un abejorro
de manera ruidosa
incómoda.
Observa
como un ave de presa
y se acerca poco a poco
esperando
el momento adecuado
para el ataque.
No le importa
la oscuridad de la noche
ni la ciega
las luces.
Por el contrario
se camufla entre ellas.
No eres un lampírido
y menos aún
tú luz encandila.
Tu presencia
Tu presencia
me es indiferente
solo molesta
cuando invades
mi espacio personal.
Ese
el cual yo elijo
con quien compartirlo.
Mis amigos
te observan
y se convierten
en mi mayor escudo.
Yo
no tengo que decir
y menos
que ofrecerte.
El interés
viene de un solo lado
y es toda responsabilidad
tuya.
Mis gestos
mis afectos
y mis espacios
no son negociables.
Yo
mi
yo.
No te confundas.
Charo Celebi
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