26 noviembre 2023

Síndrome del Domingo

El despertar
de un día Domingo
es como amanecer en otro mundo
en uno paralelo.

En el que no existe
nada pendiente
donde no importa el tiempo
aquí todo es silencio.

En la que soledad
no es solo una palabra
ni una necesidad
es una elección.

En este día
no existen planes
uno se acomoda según el ánimo
y su entorno.

El Domingo
es el comodín de la semana.

Mi Domingo
empieza con una taza de café 
el atuendo para la ocasión 
es sin dudar una pijama.

En el transcurso
pongo en duda la idea de ir a entrenar
quiero tener una maratón
de arte en sus diversas formas.

En tanto bebo
de mi taza de Café
apunto versos de un poemario
que devoro con un apetito insaciable
en una ceremonia
que cumplo diariamente.

Una hoja en blanco
que se va llenando de tinta
y un lapicero
que en complicidad con mi mano
invaden páginas con fervor
para capturar versos
que haré míos.

Al pasar de una página
en búsqueda de otro poema
me encuentro con una hoja suelta
en la que leo un escrito
que tiene fecha
nombre y apellido.

No hay reacción en mí
solo me paralizo
intentando comprender este momento
lo leo por segunda vez
y siento todo tan desconocido
en la distancia que existe
entre las palabras y los hechos.

Voy a interpretarlo
como una anécdota
entre el dolor y la alegría
que nos envuelven los domingos
en este día en el que nos permitimos
una tregua.

Charo Celebi

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