yo ubicada en el centro
confundida entre los extremos
donde el inicio
podría ser el final
y viceversa.
La especialista gesticulaba
apenas podía reconocer sus rasgos
la pantalla de mi ordenador en estática
ella continuaba explicándome
la podía oír
pero no la escuchaba.
De pronto
el reloj se detuvo
enmudecer fue la respuesta física
a ese diagnóstico
que no comprendía.
La ausencia de ruido insoportable
mi habitación se hacía pequeña
miré por mi ventana
y el mundo seguía su curso.
Nunca tuve tanto miedo
ni sentí tanto vacío
como en aquellos minutos posteriores
a esa videollamada.
Bienvenida el after party de tú vida.
Levanté el rostro para contenerme
mi cuerpo era un péndulo
con movimientos erráticos
en señal de protesta.
Los líquidos me inundaron
mis miedos me abrazaron por detrás
mi voluntad se hizo añicos
y algo tétrico me susurraba
en ese instante al oído.
Tan solo quería huir
de aquella realidad que era distinta
veinte minutos atrás.
La espiral se hizo más grande
y la vida en ese huracán
muy corta.
Decidí despojarme del orgullo
le extendí los brazos a la fe
fui en búsqueda de respuestas
sin cuestionarle a la vida
ni reprocharle al universo
en lo absoluto.
Cogí de mis reservas
la fuerza para enfrentarlo todo
la inteligencia
para cuando la fatalidad me visite
elegí sonreír
secando mis lágrimas con amor
entendiendo mi lado vulnerable.
De manera estoica
cumplí cada uno de los pasos
que me indicaron
para obtener los resultados finales.
Exactamente un mes
ha durado esta prueba de vida
esta zancadilla del destino
que transformé en aprendizaje
y en una oportunidad para mí.
Por muchos años he respetado
a mi cuerpo
en los aspectos más visibles
y este cuidado ha sido determinante
en mi diagnóstico final.
"Nos vemos en un año".
El alma me ha vuelto al cuerpo
exhalé mis miedos más ocultos
me permití llorarlo todo con alegría
abrazada de mi hijo
y de su padre que es mi hermano
porque el amor no te abandona.
Patty mi hermana
la única que elegí de mi familia
en esta travesía
de la mano con su fe.
Dos fueron las amigas
que necesité
porque son las de siempre
en ellas busqué refugio
fueron palabras de aliento
y llantos compartidos.
Que fortuna tenerlos conmigo!.
Hoy es el día uno
de un nuevo mes
al que no voy a pedirle nada
ni cargaré con expectativa alguna.
La vida me ha cambiado
y pienso disfrutarla a diario
sin importar
los días
los meses
ni las estaciones del año.
La vida es lo que hoy sucede.
Gracias
gracias
gracias.
Charo Celebi
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